Andalucía tiene una tradición milenaria en el cultivo de la vid y en la elaboración de vinos que han gozado de gran prestigio y fama en todo el mundo. El vino andaluz pertenece a una estirpe de vinos antiguos nacidos en los siglos XVI y XVII con el auge del comercio marítimo.
El sector vitícola andaluz se orienta hacia la producción de vinos de calidad. Tradicionalmente, los vinos más característicos han sido los generosos y los dulces, elaborados mediante procesos de criaderas y soleras. Son generosos en alcohol pero también delicados. Su enorme diversidad, dentro de un estilo propio, es una de las características actuales en su producción: finos y manzanillas, amontillados, olorosos, palo cortado, dulces y moscateles, etc.
Bodegas Lustau fue fundada por José Ruiz-Berdejo en 1896, y al principio cultivaban sus propias viñas y elaboraba los vinos que después vendería a bodegas de renombre. Pero no fue hasta 1950 cuando comenzó a vender sus vinos bajo su propia marca. La bodega continuó expandiéndose y adquiriendo popularidad. En el año 1988 se diseñó la característica botella de cuello alto y hombros resbalados en la que venderían, desde entonces, sus vinos. En ese mismo año la bodega se vendió al Grupo Caballero.
En los últimos años la bodega ha sido galardonada en numerosas ocasiones. Destacan entre sus reconocimientos el de Bodega española más premiada (y séptima a nivel mundial) y Mejor Bodega de Jerez en 2014.