El patrimonio vitícola de la D.O. Campo de Borja es muy rico en cuanto a garnachas, los viñedos más antiguos datan de 1203 y más de la mitad poseen edades comprendidas entre 30 y 50 años. Sus producciones son bajas, pero inmensamente apreciadas enológicamente, por la complejidad estructural y aromática que proporcionan a los vinos.
Gracias a toda diversidad de microclimas y suelos que enriquecen los matices del impresionante patrimonio vitícola de las garnachas de nuestra tierra, permite que denominemos a Campo de Borja como, El Imperio de la Garnacha.
La D.O. Campo de Borja atesora entre sus vinos auténticas joyas en las que la variedad Garnacha alcanza todo su esplendor. Vinos tintos monovarietales que están gozando de un amplio prestigio en todo el mundo por su muy definida personalidad , calidad y complejidad que los convierten en algo único en el mundo.
El Museo del Vino del Campo de Borja abre sus puertas al público en septiembre de 1994, enclavado en el Monasterio Cisterciense de Veruela a los pies del Moncayo, siendo el primero de su género en Aragón y uno de los pioneros en España.
Los primeros escritos sobre enología en el Campo de Borja datan de 1203 y se hallaron en el Monasterio de Veruela. En el siglo XIX se establecieron bodegas privadas en los alrededores de Veruela, empezando a emerger en los años 50. Los orígenes de datan de 1958, año en que compró la bodega a un particular y se fundó la Cooperativa de Borja y la marca originaria de Borsao.
Bodega Borsao está situada en Borja, al noroeste de la provincia de Zaragoza, considerada como una subunidad con sus propias características dentro de la región de Moncayo, ha sido el origen y el motor de la D.O. «Campo de Borja», en Aragón, en el conocido «Imperio de Garnacha». Un productor de vinos reconocido internacionalmente y uno de los principales productores de Garnacha del mundo.
Bodegas Aragonesas se fundó en 1984, aunque el auténtico inicio del cultivo de la vid se remonta al año 1145 y es atribuido a los monjes cistercienses del Monasterio de Veruela, ubicada en la localidad zaragozana de Fuendejalón, a los pies del Moncayo.
Bodegas Aragonesa mima la Garnacha, de tal forma que es parte esencial de su patrimonio y se afanan en perfeccionar su cultivo y elaboración. Viñedos vigorosos y robustos, algunos con una antigüedad superior a los 100 años, que han arraigado con fuerza en una tierra incomparable para su desarrollo a pesar de la dureza de una climatología que, a su vez, les dota de su inconfundible calidad y personalidad.
El cuidado de la Garnacha, tanto en el campo como en la Bodega, forma parte esencial de su patrimonio y se afanan en perfeccionar su cultivo y elaboración. Sus marcas Fagus, Coto de Hayas, Garnacha Centenaria, Galiano, Don Ramón y Aragonia, son los emblemas de esta Bodega y gozan de un prestigio internacional que las ha hecho acreedoras de numerosos premios y distinciones.
Pagos del Moncayo se encuentra al pie de la Sierra del Moncayo, en el corazón de la Cordillera Ibérica a su paso por Aragón. Dada la cercanía a Vera del Moncayo y su privilegiada situación en la provincia de Zaragoza, la belleza y riqueza del entorno en el que se elaboran estos vinos son incomparables. Es el resultado de una ilusión familiar, transmitir a través de sus vinos toda la pasión y experiencia fruto de los siglos de tradición en el cultivo de las garnachas en las tierras de Campo de Borja.
Bodegas Pagos del Moncayo surgió como resultado del sueño de la familia Aibar, hoy materializado en tierras del Campo de Borja, Zaragoza. A finales de 2012, la familia de Pagos del Moncayo se enriqueció con la incorporación de Louis Geirnaerdt y Eugenie Van Ekeris, aportando su dilatada experiencia en el sector y dotando a la empresa de nuevos instrumentos para su comercialización e internacionalización.