La noble familia Vilarnau se asentó en el s. XII en una privilegiada tierra del Penedés, tierra donde ya entonces se cultivaba vid. Vilarnau es el resultado etimológico de Vila Arnau, es decir la casa de campo de los Arnau. El primer cava con etiqueta Vilarnau nace en 1949 cuando la familia Cuscó comienza a comercializar el cava que producían en los viñedos plantados en la finca "Can petit i Les Planes de Vilarnau".
Desde Entonces, Vilarnau ha estado asociado a un cava de personalidad noble, elaborado bajo exigentes estándares de calidad y que cuida al máximo el detalle.El interior de la bodega Vilarnau, así como su sala de cavas, esta diseñado por el afamado interiorista Antonio Miró, quien desde la visita a la bodega guarda amistad con su enólogo, Damià Deàs.