En 1890 nace, de la mano de cinco viticultores riojanos y vascos que compartían su gran pasión por el vino, la "Sociedad Vinícola de la Rioja Alta". Ubicada en el Barrio de la Estación de Haro, Bodega La Rioja Alta se convierte en una sociedad que se vio beneficiada por bodegueros y enólogos franceses que huían de la filoxera, y que unieron la ilusión de los fundadores por crear vinos de gran calidad.
En 1941 registran su nombre definitivo, La Rioja Alta S. A. Así se iniciaba una apasionante aventura empresarial en la que los fundadores tienen como gran ilusión la elaboración y crianza de vinos de alta calidad de Rioja. Una bodega que ha logrado ser un referente internacional del gran vino de Rioja.