En el siglo XIV, Pedrosa de Duero albergaba una parroquia donde los capellanes ofrecían misas a cambio de pequeñas parcelas de terreno. Con el tiempo la capellanía llegó a reunir un extenso pago. Fundada en 1996, esta bodega familiar es el primer proyecto vinícola de la familia Rodero Villa.
Una zona de la Ribera del Duero especialmente privilegiada por su clima y sus suelos. La bodega se sitúa abrazando varios nogales centenarios, formando un claustro en el que nunca se pierde de vista el viñedo y desarrollándose en este gran patio todas funciones de elaboración, crianza, embotellado y expedición.