La Denominación de Origen Méntrida obtuvo la calificación de denomnación en 1976. Incluye 53 municipios del norte de Toledo, limitando al norte con Madrid y Ávila y al este del Rio Tajo y teniendo la localidad de Méntrida como su centro de denominación y la localidad de Fuensalida como sede de la administración.
Méntrida posee un clima mediterráneo continental con inviernos fríos, largos y momentos de heladas nocturnas y veranos calurosos, secos y extremos con escasez de lluvias que favorecen la aplicación de las técnicas más naturales, ecológicas y biodinámicas en la elaboración de los vinos.
La Denominación de Origen de los vinos de Méntrida está compuesta por Bodegas, Cooperativas, Comercializadoras y sobre todo por los agricultores, que son la fuerza viva que mima las viñas, y con cuyo tesón mejoramos día a día los caldos de nuestra tierra.
Bodegas Jiménez-Landi comienzan su andadura en 2004 con el objetivo de centrarse en los viñedos viejos de Garnacha y hacernos redescubrir su enorme potencial con una elaboración que busca respetar la tipicidad de esta uva de la Denominación de Origen Méntrida.
La característica principal de la zona donde Jiménez-Landi elabora es la altitud, proporcionando un frescor que equilibra los vinos, ya que la Garnacha tiende a producir grados elevados que necesitan ser compensados por una buena acidez.
Desde 2011 es José Benavides Jiménez-Landi quien se encarga de dirigir y perfilar los vinos, de manera que 2012 fue la primera añada que elaboró en solitario y en la que, por supuesto, trató de incorporar su particular forma de entender el vino, aunque siempre con el máximo respeto al poder del terruño.